Nada es eterno, ni siquiera los finales, y por ello estamos de vuelta.
No ha sido fácil; de hecho, no está siendo fácil. Mucho esfuerzo nos va a llevar, pero volvemos a estar donde nunca debimos dejar de estar. En nuestro sitio.
Juntos, con fuerza e ilusión. Dispuestos a alzar nuestras voces, a hacernos escuchar, pero sobre todo, a escucharnos.
Hemos vuelto. ¿Quién creía que un pequeño fallo de cohesión podría con nosotros?