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viernes, 17 de junio de 2011

Puedes...

Puedes reírte de mí, y te daré la razón.
Puedes compadecerte de mí, y tendrás la razón.
Puedes alegrarte por mí, y parecerá que tengas razón.

Siendo todo esto verdad... Ahora sería buen momento para tratar de averiguar dónde estoy.

sábado, 11 de junio de 2011

Qué difícil...

Qué difícil es asumir la realidad cuando se presenta como un viento que azota, despeina y seca los ojos.

Qué dura es la verdad cuando es tan cruda. Cuando no es lo que esperabas, cuando es aquello que has tratado de evitar por todos los medios. Cuando esa verdad se empeña en tirar por la borda todo el esfuerzo realizado.

Todos tenemos nuestra verdad. Mejor es no encontrarla.

miércoles, 8 de junio de 2011

Yo...

Yo me siento a ver. Aguardando aquello que nunca ha de llegar. Aunque en realidad, todos sabemos qué es lo que llega y qué es lo que realmente espero.

La hora.

viernes, 3 de junio de 2011

Todos tenemos un precio.

Todos tenemos un precio. Muy alto, muy bajo, justificado, injustificado, ni siquiera mínimamente razonado o profundamente meditado. Puedes decirme que a ti no se te compra; no tengo pensado creérmelo, no entra en mi plan. Siempre hay algún resquicio por el que te escaparás de ti mismo; tan sólo has de encontrarlo, topar con él, tropezar con uno de sus lados, para, a continuación, escurrirte lenta e irremediablemente. Quizás sea un deslizamiento rápido, casi fugaz, pero irremediable.

Todos tenemos un precio. Tal vez te vendas como casquería, que es menos perceptible. Tal vez no te vendas por dinero, así es más fácil.

¿Tienes diez minutos para mí? Anda, vayamos a tomar un café...

miércoles, 1 de junio de 2011

En el momento...

En el momento en que sientes tu persona como un mero y vil despojo de lo que fue, ¿eres escoria? ¿eres esencia? Escoria no eres, aún sirves de algo... Esencia tampoco, aunque esencia aún tengas, pues cada uno es lo que es y no va a dejar de serlo.

Lo que debería ser es no ser tal resto de un ente, en algún momento formado por un conjunto de hechos, de materia, de experiencias, de manías, de costumbres... Y no que sólo quede una reducida parte de todo ello...

Y te percatas que no eres deshecho. Te has deshecho de todo lo deshechable. Ahora eres esencia, sí, ahora eres esencia. Sólo eres lo que no has podido excretar de tu persona.

Hubiese preferido tener fallo renal y, antes que someterme a diálisis, morir con todo mi ego.